"Dietrich fue un apoyo enorme. Fue nuestra abanderada. Conocía Alemania, y por lo tanto todas las implicaciones del guión"
Su antipatía por los nazis era obvia, y para más inri sus amistades, entre las que se encontraban importantes pensadores e intelectuales de la época, fueron en su mayoría de origen judío.
Debido al desprecio que sentía por Hitler emigró, gracias ante todo a la influencia de su pigmalión Sternberg, a una América que la acogió con los brazos abiertos, y en la que rodó varios de sus títulos más reconocidos, aunque lo cierto, y debido a su profunda cultura alemana, nunca se sintió como unos años antes lo hiciera en su querido Berlín
"Jamás podría volver a mi país, mientras semejante hombre fanatice a las masas"- Marlene se pronunció de esta manera sobre Hitler
Marlene sobrevivió al Imperio Nazi que la condenó a desertar y en consecuencia, no podía ser menos con el carácter indómito de la Diva, a trabajar para el enemigo. Y lo hizo a su estilo; un estilo lo suficientemente importante, como para que las nuevas generaciones no puedan olvidar a esta desafiante mujer prusiana. Una mujer que creó una imagen de cara al mundo que reflejó sus pasiones interiores, y que sobrevivió a su propia muerte.