Edie Sedgwick fue una Diva a su manera....., cierto es que Hollywood nunca se rindió ante el carismático encanto de la joven, aunque también es cierto que bastantes años después de su muerte, Hollywood acabó rodando una película sobre su vida llamada "Factory Girl", en la que Sienna Miller interpretó de manera loable la turbulenta existencia de la modelo.
Edie provenía de una familia adinerada y refinada que le procuró a la joven una educación exquisita. Con su bonita apariencia, su carácter extrovertido y una clase que derrochaba a raudales, seguramente hubiese encontrado un buen partido, y en consecuencia un status social envidiable. Pero Edie era rebelde en la misma medida que distinguida, y optó por abandonar Palm Springs y asentarse en Nueva York, ciudad en la que veía numerosas posibilidades de experimentar nuevas y diferentes sensaciones.
Sus padres acordaron darle una parte de su herencia, pensando que la utilizaría para buenos menesteres, pero Edie fue abducida por la vorágine neoyorquina, y no había noche que no se paseara por los locales de moda, eso sí a bordo de un Mercedes con chófer, en los que casi siempre acababa cerrando las puertas.
En poco tiempo los locales más vanguardistas de Nueva York se disputaron su presencia: su personalidad arrolladora y sus estilismos novedosos la convertían siempre en el centro de atención.
Fue en una de estas fiestas nocturnas donde conoció a Andy Warhol, que sería el que la encumbraría a lo más alto de la fama.
Warhol solía rodearse de personajes extravagantes que acababan convirtiéndose en su séquito, pero jamás ninguno de ellos causó en él el impacto visual y emocional que le produjo esta mujer delgada, de piernas largas y cara preciosa que bailaba subida en una plataforma casi en estado de éxtasis.
El flechazo fue mutuo, y Warhol pronto olvidó la presencia de todas las demás acompañantes, para dedicarse en cuerpo y alma a esta joven que lo fascinaba. Ella tenía todo lo que él hubiese querido para sí mismo: un cuerpo esbelto y algo ambiguo, un rostro sugestivo, estilo, y lo más importante...unos orígenes señoriales que lo deslumbraron.
Edie se convirtió en la niña mimada de Warhol, y en la reina absoluta de las turbulentas noches vividas en Factory. Factory era un mundo diferente ..... un universo aparte creado y pensado por Warhol : sadomasoquismo, drogas, orgías.....y en contrapunto a tal desmadre música de Puccini....de todo podías encontrar en aquél sótano propiedad del artista. Numerosos actores, cantantes e intelectuales cruzaron el umbral de Factory, nombres como el de Tennessee Williams, Liza Minelli o Truman Capote ,entre otros, eran habituales en las tumultuosas fiestas que ofrecía el artista.
El nombre de Edie se iba haciendo grande, tanto como la relación entre el artista y la joven; eran dependientes uno del otro, y llegó a crearse entre ellos una obsesión casi enfermiza. Ambos se mimetizaron hasta tal punto, físicamente hablando, que apenas se distinguían.
Fue la estrella absoluta de las "películas" de Warhol, películas sin fines comerciales, ya que carecían de guión y diálogo, tan sólo planos de la diva posando, expresándose mediante el cuerpo, mostrando con simples y sencillos movimientos el porqué se había convertido en la reina del "underground".
La popularidad de la pareja se hizo inmensa, y sus apariciones en público casi incontrolables; miles de fans esperaban ansiosos sus peculiares y ostentosas llegadas en limousine, y sus provocadores estilismos causaban furor entre los jóvenes: estilismos pensados para gente triunfadora y vanguardista.
Edie fue portada de revistas como "Life" o "Vogue", y eso ya era decir mucho. Todo personaje ilustre que se preciara de serlo, pasó por las páginas de estas publicaciones, y en aquella época la musa de Warhol, aunque no contaba con el apoyo de la industria de la moda, era un reclamo seguro.
Sin embargo en la trastienda existían más sombras que luces, y las adicciones de Edie eran buena muestra de ello.
Drogas, afición a la ropa cara, noches interminables : sólo unos cuantos meses bastaron, para lapidar una generosa herencia.
Aquí comenzó su caída, exactamente en el momento en que sintió desamparo económico. Ante tal situación de emergencia, Edie consideró la posibilidad de demandar a Warhol su parte del goloso pastel del que hasta el momento sólo él había disfrutado.
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En esta etapa de su vida, fue cuando conoció a otro genio llamado Bob Dylan. Dylan y Warhol se tenían inquina desde hacia meses, y el primero encontró en Edie el incordio perfecto para molestar a Warhol.
Parece ser que iniciaron una relación amorosa la musa y el cantante, que finalmente quedó en la nada: unas cuantas promesas incumplidas e ilusiones truncadas para una joven inestable y desvalida.
La relación con su pigmalión se había enfriado totalmente, éste en poco tiempo se había olvidado de ella .......ya tenía proyectos para una nueva musa, y Edie cayó vertiginosamente en la miseria de las drogas. Solía comenzar los días con un buen puñado de pastillas, y acabarlos con otro buen puñado de somníferos.
Sola, terriblemente sola, se dió cuenta del espejismo que había vivido; ya no era la chica moderna y encantadora que tanta admiración despertaba...no habría más fotos, ni películas...Hollywood ni siquiera había reparado en ella.
Pasó por varios centros de rehabilitación, pero su gran adicción, y una genética repleta de casos psiquiátricos, la abocaron a la autodestrucción irremediablemente.
Los últimos meses de su vida, Edie se había convertido en una caricatura de la joven hermosa y esbelta que un día fue; las drogas desfiguraron su fotogénico rostro y su delgadez se esfumó para dejar paso a un cuerpo hinchado y marchito.
Murió en la soledad de su casa por sobredosis de alguna droga. Tenía 28 años. Como pasó con la eterna Norma Jean, nunca se supo si su final fue accidental o provocado por ella misma.
Al enterarse Warhol de su muerte comentó: "¿Quién va a heredar todo el dinero de Edie?"
Lo cierto es que no pareció disgustarle demasiado la muerte de la que un día fue su musa, porque desde el momento en que salió de su entorno, salió también para siempre de su vida, y de su pensamiento.